En el teatro, uno se hace mayor pero no envejece. Uno llora, pero no sufre. Celebra siempre. Esa es la idea que sujeta y forja esta locura que es Comeycalla: amor al arte por el arte puro. Producir en el filo de la navaja teatro necesario. Y disfrutar sabiendo que la dramaturgia nos permite esos nuevos caminos.